La reanimación cardiopulmonar o RCP es una técnica básica de rescate que se pone en práctica cuando la respiración o los latidos de una persona se han detenido.
Causas:
- Problemas cardiacos.
- Ahogamiento.
- Lesiones y accidentes.
- Descargas eléctricas.
- Sobredosis por drogas.
Cuando la respiración o el corazón se detienen, la falta de oxigeno en la sangre puede causar daño cerebral en 4-6 minutos y puede causar la muerte en 8-10 minutos.
Cuando se presenta una emergencia es importante que tanto los observadores sin capacitación como personal capacitado, comiencen con las labores de reanimación. Si no se tiene capacitación o la confianza para realizar las maniobras solo se deberán hacer de 100 a 120 compresiones de pecho sin interrupción hasta que llegue el personal capacitado.
Como paso inicial debemos verificar la inconciencia del individuo. Intentaremos conocer su respuesta ante estímulos orales y físicos.
A continuación debemos comprobar si el individuo respira. Abriremos la vía respiratoria utilizando la maniobra frente-mentón. Una vez abierta la vía aérea comprobaremos la respiración espontanea. Para ello debemos escuchar respirar, ver como se mueve el tórax y sentir el aliento. En caso de que el paciente respire por sí mismo, y si se mantiene inconsciente lo pondremos en posición lateral de seguridad.
En caso de no respirar debemos comprobar que la vía aérea está permeable y que no exista ningún objeto extraño que la obstruya. Sí ese fuese el caso debemos, siempre que estemos seguros de poder alcanzarlo, extraerlo.
En este punto debemos empezar con la maniobra de RCP. En el caso de estar en un lugar donde esté disponible un DESA (Desfibrilador externo semiautomático o automático), debemos utilizarlo. El mismo desfibrilador indica como debe ser usado y valora la opción de si se debe desfibrilar o no.
Nos colocamos a un costado del paciente, arrodillados a la altura de los hombros con los brazos extendidos y las manos entrelazadas, y haremos compresión sobre la parte inferior del esternón.
Compresiones torácicas:
- Coloca la palma de una mano sobre el pecho de la persona, entre los pezones.
- Coloca la otra mano sobre la anterior.
- Mantén los codos derechos y los hombros directamente arriba de las manos.
- Utiliza el peso de tu cuerpo para comprimir aproximadamente 4-5 cm, teniendo cuidado de no comprimir más de 6 cm.
Para realizar la RCP comenzaremos con 30 compresiones torácicas, a una velocidad aproximada de 100 pulsaciones por minuto, seguidas de 2 insuflaciones, donde se tiene que observar como sube y baja el tórax.
Respiración:
La respiración puede ser boca a boca o boca a nariz cuando la boca está lesionada o no puede abrirse. En este punto, si es posible, es recomendable utilizar una mascarilla o barrera de emergencia.
- Cierra las fosas nasales con los dedos.
- Cubre la boca de la persona con la tuya, sellándola por completo.
- Proporciona la primera respiración de rescate, observa si se eleva el pecho, si lo hace entonces proporciona la segunda respiración.
Es importante tener cuidado de no proporcionar demasiadas respiraciones y de no hacerlo con demasiada fuerza. Una vez dadas las respiraciones reanudaremos las compresiones y continuaremos hasta que haya signos de movimiento o hasta que el personal médico de emergencia tome el control.
Recordar:
- Pedir ayuda inmediatamente.
- 30 compresiones por minuto.
- 2 Respiraciones.
- No se detenga, si está cansado pida un relevo.